Estas semanas de Cuaresma que estamos viviendo, nos han permitido bajar a la capilla a saludar a nuestro amigo Jesús en este tiempo litúrgico tan importante que nos prepara para la Pascua y para la semana más importante en la vida de Jesús, y por lo tanto, para nosotros como cristianos.
En esta oportunidad hemos sido capitanes de nuestro barca, esa barca que simboliza a los pescadores amigos de Jesús y, como decía Jesús, "pescadores de hombres".
Hemos visto que de nosotros depende el rumbo de nuestra vida, que a través de nuestras acciones, gestos, palabras... ponemos rumbo a un lugar o a otro y decidimos que personas queremos que estén en dicha barca.
En esta Cuaresma, queremos prepararnos más que nunca. Queremos cambiar. Por ello, nos comprometemos a ayunar de aquellas cosas que no son tan importantes en el día a día, queremos dar limosna, no solo de dinero, si no dando cariño, ayuda, amor... queremos orar, por nosotros, por los nuestros y por aquellos que lo necesitan y queremos que la travesía del desierto, sea la menor posible.
Hoy más que nunca, queremos vivir la CUARESMA EN FAMILIA, QUEREMOS CONVERTIRNOS. ¿Y TÚ? ¿QUÉ QUIERES?
Opmerkingen