¡Hoy estamos de celebración¡ Si ayer 10 de noviembre Ana María Javouhey estuvo de cumpleaños, hoy hace 242 años que entró a formar parte de la iglesia y comenzó su misión en la tierra, todo ello gracias al bautismo recibido el 11 de noviembre en el pueblecito de Jallanges, cerca de Seurre en Borgoña, en el día de San Martín.
Ana María fue la quinta hija de una familia de diez hermanos cuyo padre era Baltasar y la madre Claudina. En su niñez, pronto pasó a ser conocida como Nanette. Desde bien pequeña se muestra apasionada y con vocación de ayudar a aquellos que más lo necesitan a pesar de todas las dificultades en las que se veía envuelta debido al inicio de la Revolución Francesa y todas las restricciones y prohibiciones que ello supuso. Además, en un principio, no contaba con la simpatía de su padre Baltasar, aunque finalmente fue un pilar fundamental de apoyo en todas las decisiones que tomó Ana María.
Gracias a su tesón, inteligencia, buen hacer, esfuerzo y, como decía ella siempre, a la santa voluntad de Dios, logró crear la congregación de religiosas de San José de Cluny de la que hoy estamos todos y todas muy orgullosos de formar parte y poder seguir su legado con vocación e ilusión.
"He prometido a Dios entregarme por entero al cuidado de los enfermos y a la instrucción de los niños. Para este gran acto he escogido el día de San Martín."
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